Tipos de Trauma Psicológico: Clasificación y relevancia en Psicología Forense y Victimología

La comprensión del trauma ha aumentado durante la última década. Estoue ha permitido clasificar este fenómeno de forma más detallada con el objetivo de mejorar la evaluación, el tratamiento y la intervención en psicología clínica pero también en psicología forense y victimología. Si quieres saber en base a qué factores se puede clasificar el trauma para comprenderlo mejor, sigue leyendo.

Sheila Odena Galceran

7/2/20255 min read

woman sitting on black surface inside room
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¿Qué es el Trauma Psicológico?

El trauma psicológico se define como la respuesta emocional intensa, desbordante y duradera frente a uno o más eventos que implican una amenaza real o percibida para la integridad física o emocional de la persona (NCBI, s.f.). Según el DSM-5-TR (American Psychiatric Association, 2022), estos eventos pueden incluir exposición a muerte, lesiones graves o violencia sexual, entre otros. Pueden ser sufridos de forma directa, como testigo, o por conocer qué le ocurrió a un ser querido.

Se conoce que el trauma se manifiesta como una ruptura del sentido de seguridad, repercutiendo a la vida de la persona que lo sufre por sus consecuencias que van desde síntomas agudos hasta trastornos psicológicos complejos. Se considera un factor clínico cuando los síntomas persisten en el tiempo, no mejoran con el paso natural del duelo o la recuperación y afectan significativamente el funcionamiento diario de la persona.

El reconocimiento de factores como la duración, la naturaleza del suceso, la etapa del desarrollo en que la persona lo sufre y la forma en que lo experimenta, permite identificar, además de los síntomas, las condiciones de vulnerabilidad y las posibles trayectorias de recuperación. En psicología forense, conocer estas condiciones de vulnerabilidad facilita un mejor seguimiento y acompañamiento, durante el proceso judicial, de la persona que lo sufre.

Clasificaciones principales

El trauma es un constructo psicológico que no aparece como tal en el DSM-5, donde sí se definen criterios para trastornos relacionados con el trauma, como el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). Por esta razón, no existe una clasificación oficial única del trauma en este manual.

Una de las clasificaciones más reconocidas para diferenciar tipos de trauma fue propuesta por Shapiro en 2001. Esta distingue dos categorías principales:

  • Trauma “T”: Se refiere a experiencias traumáticas que implican una amenaza directa y grave para la vida o la integridad física, generando una reacción inmediata y de alto impacto emocional. Ejemplos típicos son accidentes automovilísticos severos, desastres naturales o agresiones violentas.

  • Trauma “t”: Incluye aquellas experiencias perturbadoras que no representan una amenaza inmediata para la vida, pero que, debido a su repetición o prolongación en el tiempo, producen un impacto psicológico acumulativo significativo. Por ejemplo, el abuso sexual reiterado en la infancia o el acoso laboral.

Esta distinción ayuda a comprender que el trauma no solo surge de eventos únicos y catastróficos, sino también de experiencias continuas o repetidas que pueden afectar profundamente la salud mental (Briere & Scott, 2015; Van der Kolk, 2014).

A pesar de esta diferenciación, para facilitar el estudio y la intervención en torno al trauma, es común clasificarlo teniendo en cuenta diversos factores.

Según la duración o frecuencia del evento traumático

  • Trauma agudo: Hablamos de este cuando se da la exposición a un solo evento traumático y limitado en el tiempo, como una agresión, un accidente o un desastre natural. Suele provocar síntomas intensos pero breves, aunque puede evolucionar, en los peores casos, hacia TEPT (APA, 2022).

  • Trauma crónico: Se da por la exposición sostenida o repetida a situaciones traumáticas, como la violencia doméstica o el abuso infantil prolongado. Este tipo de trauma suele generar efectos emocionales y conductuales persistentes (CFIR, s.f.) que necesitan una atención profesional basada en la evidencia. También existen otros motivos por los cuales un trauma puede cronificar —como la falta de apoyo social o recursos— pese a deberse a un solo evento (WHO, 2022).

  • Trauma complejo: Este se desarrolla a través de experiencias múltiples y prolongadas, normalmente de tipo interpersonal. Según la evidencia recogida, suelen ocurrir durante etapas vulnerables del desarrollo como la infancia y se relaciona con síntomas severos como disociación, trastornos afectivos y dificultad en las relaciones (Courtois y Ford, 2020).

Según la naturaleza del trauma

  • Trauma interpersonal: Se da al sufrir un daño inflingido por otra persona, como en casos de abuso sexual, maltrato físico o negligencia. Es más probable que desemboque en TEPT complejo debido a la traición de confianza (Freyd, 2008).

  • Trauma natural: Proviene de sucesos de origen no humano, como accidentes, enfermedades o catástrofes naturales. Pese a ser diferente al trauma que proviene de un origen interpersonal, puede tener un impacto psicológico considerable.

Según la forma de exposición

  • Trauma directo: Cuando la persona ha sufrido el evento en primera persona, con consecuencias que pueden manifestarse a corto o largo plazo.

  • Trauma vicario o secundario: Afecta a las personas que están expuestas al sufrimiento de otras —como familiares, terapeutas u otros profesionales— y puede generar síntomas similares al TEPT (Figley, 2013).

Según la respuesta psicológica de la víctima

  • Trauma de traición: Surge cuando la experiencia traumática es provocada por una figura de confianza, como un familiar o pareja. Es el más relacionado con la aparición de amnesia, disociación y/o alteración de la memoria autobiográfica (Freyd, 2008).

  • Trauma moral: Aparece en la persona que participa o presencia actos que contradicen sus valores éticos o morales. Esto puede suceder en contextos de guerra o en decisiones clínicas extremas. Suele producir sentimientos de culpa profunda, vergüenza y angustia existencial, debidos a la disonancia cognitiva (Maguen y Norman, 2024).

Según la etapa del desarrollo en que ocurre

  • Experiencias Adversas en la Infancia (ACEs): Incluyen abuso —de diversos tipos—, negligencia, y disfunciones familiares. Se ha comprobado que estos eventos tienen un impacto duradero en la salud física y mental en la adultez (Felitti et al., 1998; WHO, 2019). Cuando las experiencias traumáticas que ocurren durante la infancia afectan el desarrollo psicológico, emocional y social, se habla del trauma de desarrollo (Ford et al., 2022).

  • Trauma en la adultez: Este ha sido menos estudiado pero también puede generar alteraciones significativas, dependiendo del contexto y la historia previa de trauma.

Conclusión

Una correcta clasificación del trauma permite un análisis más profundo del impacto psicológico en las víctimas, favoreciendo mejores estrategias terapéuticas y evaluaciones forenses. En el campo de la victimología y la psicología forense facilita, además de la intervención individualizada, el diseño de políticas públicas sensibles al trauma. ¿Qué opinas sobre este tema y su abordaje?

Referencias

American Psychiatric Association. (2022). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5.ª ed., texto rev.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425787

Centre for Interpersonal Relationships (CFIR). (s.f.). Types of psychological trauma. https://cfir.ca/about/blog/types-of-psychological-trauma/

Courtois, C. A., y Ford, J. D. (2020). Treating complex traumatic stress disorders in adults: Scientific foundations and therapeutic models (2nd ed.). Guilford Press.

Felitti, V. J., et al. (1998). Relationship of childhood abuse and household dysfunction to many of the leading causes of death in adults. American Journal of Preventive Medicine, 14(4), 245–258. https://doi.org/10.1016/S0749-3797(98)00017-8

Figley, C. R. (2013). Compassion fatigue: Coping with secondary traumatic stress disorder in those who treat the traumatized. Routledge.

Ford, J. D., Charak, R., Karatzias, T., Shevlin, M., y Spinazzola, J. (2022). Can developmental trauma disorder be distinguished from posttraumatic stress disorder? A symptom-level person-centred empirical approach. European Journal of Psychotraumatology, 13(2), 2133488. https://doi.org/10.1080/20008066.2022.2133488

Freyd, J. J. (2008). Betrayal trauma. In G. Reyes et al. (Eds.), Encyclopedia of Psychological Trauma (pp. 76–77). Wiley.

Maguen, S., y Norman, S. B. (2024). Moral injury. In Encyclopedia of Trauma. Elsevier.

World Health Organization. (2019). International classification of diseases for mortality and morbidity statistics (11th ed.). https://icd.who.int/

World Health Organization. (2022). Prolonged grief disorder and related disorders.https://icd.who.int/en

Sheila Odena Galcerán

Neuropsicóloga Forense (Nº de Colegiada 30681) y Mediadora.