El perfil criminal: cómo se construye en psicología forense

El perfil criminal es una de las herramientas más popularizadas por los medios dentro de la psicología forense. Su finalidad es describir las características del autor desconocido de un delito a partir del análisis de su conducta, la escena del crimen, la víctima y el contexto. Si quieres saber cómo se construye el perfil criminal, qué metodologías se emplean actualmente, sus limitaciones y su relevancia en la práctica forense ¡sigue leyendo!

Sheila Odena Galceran

11/4/20255 min read

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¿Qué es un perfil criminal?

El perfil criminal busca, basándose en la ciencia, las posibles características psicológicas, sociales y conductuales de un delincuente. Se utiliza con la finalidad de orientar la investigación policial a través de hipótesis sobre su personalidad, motivación, experiencia delictiva o modo de actuación (Mateo-Fernández & Osa-Subtil, 2024).

Aunque ha sido popularizado por los medios y es quizás la práctica que más asocia la población con la psicología forense, su base científica proviene de la psicología criminal aplicada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (FCS). Esta práctica se instauró en España, sobre todo, desde la creación de la Sección de Análisis de la Conducta (SAC) del Cuerpo Nacional de Policía y la Sección de Análisis de Comportamiento Delictivo (SACD) de la Guardia Civil (González, 2015).

En España, esta herramienta solo se utiliza de forma auxiliar en investigaciones complejas —como homicidios, agresiones sexuales, desapariciones, incendios intencionados, etc.— y la profesional que quiera realizar estos perfiles debe trabajar dentro de estos equipos especializados de análisis de conducta en la policía.

Metodologías para construir el perfil

Enfoque inductivo

Se trabaja comparando un caso con bases de datos de delitos similares y aplicando la estadística de patrones conductuales de delincuentes previos. Es un método muy utilizado en Reino Unido o Alemania, ya que permite establecer tipologías de comportamiento delictivo y formular hipótesis generales (Papanto, 2023).

Enfoque deductivo

Se analiza detalladamente la escena del crimen, la conducta observable y la victimología, para encontrar características específicas del autor —como el grado de planificación, control emocional, tipo de violencia o posible relación con la víctima— (Petruzzi, 2021). Es la más utilizada por las unidades SAC y SACD españolas, que se apoyan en protocolos como el Método VERA (Víctima, Escenario, Reconstrucción, Autor), que hace el análisis más sistemático.

Enfoque geográfico y tecnológico

Gracias a las nuevas tecnologías, se incorporan inteligencia artificial, minería de datos o análisis geográficos (GIS). Resultan especialmente útiles en delitos con componentes digitales o en series delictivas, donde el perfilador puede analizar patrones de desplazamiento o conducta en línea (Mateo-Fernández y Osa-Subtil, 2024).

Factores y componentes clave del perfil

Los distintos niveles de análisis que incluye un perfil eficaz son:

  1. Conducta observable: modus operandi, firma, nivel de violencia, interacción con la víctima.

  2. Inferencias psicológicas: rasgos de personalidad, impulsividad, control emocional, motivación.

  3. Variables sociales y situacionales: edad, sexo, entorno, experiencia delictiva, relaciones interpersonales.

  4. Análisis contextual y digital: huellas tecnológicas, actividad online, comunicación y rastros cibernéticos.

  5. Elementos victimológicos: elección de víctima, grado de riesgo y posible relación con el agresor.

Las unidades españolas pueden complementar este análisis con autopsias psicológicas —en casos de homicidio—, valoraciones de credibilidad del testimonio y entrevistas policiales especializadas.

Los 7 pasos del proceso de perfilación criminal

Para elaborar un perfil criminal es necesario seguir un procedimiento sistemático que garantice la objetividad y el rigor científico. En España se utilizan protocolos basados en el método VERA, que se desarrollan en siete fases:

  1. Recopilación de datos: Reunir toda la información disponible sobre el delito: informes policiales, resultados forenses, fotografías de la escena, declaraciones de testigos, victimología y antecedentes de casos similares.

  2. Clasificación del delito: Determinar el tipo de crimen (sexual, homicidio, incendio intencionado, etc.) y analizar si presenta un patrón organizado, desorganizado o mixto

  3. Reconstrucción del crimen: Analizar cómo se desarrollaron los hechos, la secuencia temporal y espacial, las acciones del agresor y la reacción de la víctima. El objetivo es comprender el comportamiento y la motivación detrás del acto.

  4. Análisis de la escena y de la víctima (Método VERA): Revisar los elementos de la escena del crimen, el perfil psicológico y social de la víctima, las interacciones entre ambos y las características del entorno.

  5. Elaboración de inferencias y formulación de hipótesis: A partir de los datos y del análisis conductual, se concluyen posibles características del autor: edad, sexo, nivel educativo, habilidades sociales, estabilidad emocional y posibles trastornos de personalidad, entre otros.

  6. Construcción del perfil y sugerencias operativas: Se redacta el informe de perfil criminal con un resumen analítico, las hipótesis psicológicas y sugerencias prácticas para la investigación (estrategias de búsqueda, entrevistas o priorización de sospechosos). En España, estos informes pueden incorporarse al atestado policial o como dictamen técnico-pericial.

  7. Evaluación y revisión del perfil: El perfil se revisa a medida que se obtiene nueva información. Esto permite corregir posibles sesgos y mejorar la precisión en futuros casos.

Relevancia práctica en la psicología forense y policial

El perfil criminal permite:

  • Reducir la lista de sospechosos.

  • Orientar estrategias de entrevista e interrogatorio.

  • Mejorar la coordinación entre investigadores.

  • Prever posibles conductas futuras del agresor o su reincidencia.

  • Asesorar a jueces y fiscales mediante informes técnico-periciales.

Como dice González (2015) el perfilador colabora con el investigador, aportándole un punto de vista psicológico y conductual complementario.

Limitaciones, ética y desafíos

Entre las dificultades que puede encontrarse un perfilador destacan:

  • El riesgo de sesgos cognitivos o confirmatorios.

  • La falta de protocolos universales.

  • Dificultades para validar empíricamente la fiabilidad de los perfiles.

  • Desafíos éticos: confidencialidad, privacidad digital y estigmatización.

La digitalización y el uso de IA exigen reforzar la ética profesional y la validez científica del perfil criminal, asegurando que su uso se mantenga dentro de los marcos legales y deontológicos de la Psicología Jurídica.

Conclusión

El perfil criminal es una herramienta compleja y muy valiosa. Incluye conocimientos de psicología, criminología, sociología y tecnología. En España, su desarrollo ha permitido consolidar una práctica científica con protocolos estandarizados dentro de las FCS. Su uso, basado en la evidencia y la colaboración multidisciplinar, refuerza la investigación criminal y la credibilidad pericial.

Referencias

Eze, S. M., Alabi, K. J., Ibrahim, S. O., Yusuf, A. O., Hamzat, F. O., Abdulrauf, A., Atoyebi, A. T., Lawal, I. A., Ibrahim, O. A., Imam-Fulani, A. Y., y Dare, B. J. (2025). Forensic psychology and criminal profiling. Journal of Forensic Science and Research, 9(1), 92–96. https://doi.org/10.29328/journal.jfsr.1001085

González, J. L. (2015). La Psicología Criminalista en España: presente y futuro. Papeles del Psicólogo, 36(2), 109–116.

Mateo-Fernández, P. V., y Osa-Subtil, I. (2024). The evolution of criminal profiling in the digital age: An approach from clinical forensic psychology. International Journal of Forensic Sciences, 9(4), 1–9. https://doi.org/10.23880/ijfsc-16000427

Papanto, G. (2023). Unmasking the criminal mind: The role of forensic psychology in profiling serial offenders. Abnormal and Behavioural Psychology, 9(5).

Petruzzi, L. (2021). Applied criminal profiling: Evidence-based approaches in forensic psychology.Forensic Studies Review, 7(2), 45–59.

Sheila Odena Galcerán

Neuropsicóloga Forense (Nº de Colegiada 30681) y Mediadora.